Ahora pues, ampliando un poquito más el caso de "Gringo" cuya estancia en el Parque "El Campillo" de la urbanización del mismo nombre, en San Miguel, corría peligro, debido a que el Sr. Alcalde Salvador Heresi, quien recientemente ha comprado y está viviendo en una de las casa que circundan el parque, parece haber dado la orden de que no debe haber ni un solo perro vagando por las calles. En cierta modo, tiene razón, claro, ya que en frente a su casa funciona un gran centro médico y existe un alto tráfico de personas, la mayoría pacientes que diariamente circulan por dichas calles y podría ocurrir un incidente desagradable con algún perrito ladrador que no tuviera dueño.
Por tal razón y como queremos tanto a Gringo, lo defendimos mucho una noche en que ya un equipo de cerca de 10 serenos quería llevárselo a como de lugar de allí. Sacamos pecho por él y nos comprometimos a cuidarlo. Quedó establecido momentáneamente que el perrito permaneciera "guardado" durante el día en una de las casas vecinas que ha adquirido el centro médico, y más bien durante la noche y con su cadena saldría a rondar el barrio.
Todo iba bien hasta que la gerente del centro médico dio la orden de que ya no guardaran a Gringo en esa casa porque ya estaban comenzando la remodelación de la misma. Nuevamente entonces, Gringo, se veía desprotegido y a expensas de la voluntad de los serenos.
Es pues, que a pesar de que a mi papá no le gustan los perros, nosotros hemos aceptado guardar a Gringo la mayor parte del día, y sólo sale un ratito en la noche con su cadena y llevado por el vigilante Dn.Jorge a cuidar el barrio, luego de unas horas (porque hace frío y él se cansa) ya nos lo entregan y va directito a dormir. Duerme calientito en mi dormitorio a un costado de mi cama. Está demás agregar que él está súper feliz; además ha engordado y si vieras cómo está de juguetón.
El gran problema se avecina porque ya viene una nueva etapa de celo y él querrá escaparse y para (re)colmo de males, yo tengo también una perrita Shitzú, traviesa a más no poder que ya regla y que obviamente será "objeto del deseo" de Gringo. Qué lío!!!
Ahí sí que mi papá no va a aguantar escenas engorrosas y lo va a mandar a gringo de patotas a la calle.
Ojalá pudiese encontrar un hogar adecuado para nuestro Gringo. Una casa grande cómoda y con personas que lo quieran y tengan la paciencia de adaptarlo y adaptarse a él. Te adjunto fotos de Gringo.
Carolina Cáceres
Cel. 99993.8366